lunes, 12 de enero de 2009

Regresaste


Otro de aquellos poemas que estan inspirados en circulos sin cerrar...o que se cerraron.

Regresaste

Como un sueño que se repite,

Como mi aliento, como mi sangre,

Como el día en que vi tus ojos, regresaste,

Como las olas que van y vuelven

y cantan una y otra vez la misma estrofa,

Como el sol sigue a la luna, regresaste,

Como mi sombra de la cual no quiero deshacerme,

Como el beso en los labios del enamorado,

Como la tristeza para el amargado, regresaste,

Como la humedad después de la tormenta

Como semilla que cae en la tierra

Como brillan en las noches las estrellas, regresaste

Como quien busca su destino y no lo encuentra,

Como el ave que emigra de un invierno frío,

Como al mar, vuelve siempre el agua del río, regresaste,

Como el viento que baja de la montaña

Como la nieve se convierte en agua

Como las lagrimas de la enamorada, regresaste

Como si no fuera largo el camino,

Como si nunca te hubieras ido,

Como burlándose del olvido, regresaste.

Como la caricia no entregada

Como el eco de un latido

Como la libertad al detenido, regresaste

Como en mis sueños

Como en mis pesadillas

Como en mis noches

Como en mis días

Como nunca, como siempre

Regresaste.




La Soledad


Soledad

La soledad me tomo de la mano

Y la sentí como supuse, fría de verdad

Le pedí que me soltara y dijo que no,

Que me tenía que acompañar

Pregunte que si por mucho tiempo,

Respondió que no lo sabía en realidad

La soledad había sido mi amiga

Hace mucho, mucho tiempo atrás

No era para mi alguien desconocida

Aunque yo la haya querido olvidar

Sin embargo se quedo en un rincón escondida

Esperando su oportunidad para volverme a amar

La soledad tenía esos labios amargos

De los días de solo pensar y pensar

Y me condena cruelmente a besarlos

Sin poder yo negarme, sin poder escapar

Sus besos de hiel que no puedo dejarlos

Son un cuarto vació que me empieza a gustar

La soledad me acaricia de madrugada

Cuando aun la luna no se va a acostar

Me toca con sus manos huesudas y arrugadas

Rozándome en recuerdos y preguntas sin contestar

Con sus dedos helados me recorre desesperada

Me roba el sueño y me deja una vida sin empezar

La soledad no es bella como algunos quieren pensar

La soledad te abraza fuerte y se queda a ti pegada

La soledad es esa almohada gris y fria al despertar

La soledad es esa caricia que muere triste y desesperada

La soledad son esos besos que tuviste que guardar

La Soledad es simplemente ella, la soledad.


viernes, 26 de diciembre de 2008

A Veces


Bueno este es un regalo, para alguien muy especial, está escritos hace un montón de años, tantos que ya ni me acuerdo cuantos.

A Veces

A veces pienso en ti,
Y no se por que vienes a mi mente
Tengo deseos de oír tu voz,
Pero es la razón la que no miente
Y me obliga a callar,
Y dejarlo todo en un intento
Desesperado y único,
Melancólico y tierno
Cuando necesito sentir tú presencia,
Me refugio en tu recuerdo
Y le pido al tiempo prestados segundos,
Para hacerlos míos, para hacerlos eternos
A veces pienso en ti,
Sobretodo cuando hay viento
Será que espero que éste,
Me traiga algo tuyo, quizás un recuerdo
O que en las nubes te dibujes,
Para observarte en el cielo
A veces pienso en ti,
Aun sabiendo que no lo merezco
Que tu barco navega ya con otro rumbo,
Muy lejos, ya distante de mi puerto
Pero como quien pierde algo
Y se niega a entenderlo
Te buscara mi alma
Una y mil veces sin saberlo
Para que nos tomemos de las manos,
Por un solo sendero
Donde esta esa segunda oportunidad,
Que dicen nos da la vida
Será que todo lo complica,
Por no tomar siempre la primera
A veces pienso en ti,
Aunque a veces yo no quiera.

lunes, 22 de diciembre de 2008

No Pido, Ni doy

y partimos...una nueva vida? o lo que sea que nos tengan preparado, ya estoy listo, me puse mis guantes de cuero, lentes oscuros, un troso de chicle para pasar mejor las posibles amarguras y pa'delante.



No pido, ni doy

No pido explicaciones ni las doy

Menos ahora que cambie de colectivo

Y no se bien a donde voy


No busco besos de consuelo

Ni abrazos en ofertas

No me veras borracho por el suelo

Ni llorando cuando se cierre la puerta


Me servia y me sirve cada escote

Cada cadera, cada coño envalentonado

Que quiera dormir a mi lado

Sin pasarme una factura con la cuenta


No pido mucho ni tampoco ofrezco tanto

Un par de cachorros de Adán, algunas deudas

Y una cuenta de besos en un banco


No esperes un “para toda la vida”

Si con suerte, un “yo te llamo”

Tengo un par de lecciones bien aprendidas

Desde que la soledad me tomo de la mano


Pero si no tienes miedo y crees en el destino

Juégate el corazón conmigo a doble o nada

Que quizás la apuesta ya la tienes ganada

Y la pague con Dios de testigo.

jueves, 18 de diciembre de 2008

No se puede negar lo que uno es


Bien llego el momento de volver...pero volver a escribir hay heridas que están recuperadas, mas sanas, no curadas del todo, por que la cicatriz quedara siempre ahí, pero como cualquier soldado que sobrevive a una batalla, debe lucir orgulloso no solo sus medallas también las marcas que la guerra dejo en su cuerpo y como en toda guerra en esta también solo hubo heridos y perdidas. Bueno así estoy yo como ese soldado que sobrevivió y que va a seguir viviendo y luchando, y una de las maneras que tengo es compartir con ustedes lo que escribo.
Entonces menos vuelta y a lo nuestro. Sean todos ustedes muy bienvenidos a “Rimados” sus comentarios siempre son bien recibidos, y sus opiniones y mensajes me ayudan a mejorar y a seguir escribiendo

miércoles, 15 de octubre de 2008

El día que solo se yo



El día en que se rompan todos los silencios

y las palabras no sean mas que el eco de mi voz

El día en que las lagrimas de un dulce beso

Ya no limpien las heridas de un corazón

El día en que mis manos estén lejos

Y las caricias vaguen solas bajo el sol

El día en que la rabia y la pena no se abrasen

Y vivan solas, en distinta habitación

El día en que un no tengas ganas de intentarlo

Y nos dejes castigados en un rincón

Ese día que puede ser hoy o mañana

Hace un siglo o el día que quiera Dios

Te seguiré amando como el primer día

Como siempre, como solo lo se yo.



Manuel Alejandro


Bueno aunque no es una despedida para siempre, estare ausente por un buen rato, mi montaña rusa, llego hasta aqui nomas, se cierra hasta nuevo aviso, aunque extraoficialmente se dice que es para siempre, gracias a todos los que escribieron algo respecto a mis poemas o cuentos, gracias por sus comentarios y opiniones.

Espero volver a publicar algo cuando este triste corazon sane algo sus heridas.

Afectuosamente para todos.

Manuel Alejandro Maraboli


martes, 16 de septiembre de 2008

Epitafio

Debo decir que este es uno de los poemas que mas tiempo me ha tomado escribir; (como cinco años), es mas diría que es la versión 5.8 por lo menos y definitivamente no es la final, pero bien, como he juntado ya algunos de esos días en que no estoy, ni triste ni contento, ni con ganas de morirme a pesar del titulo, sino solo con ganas de escribir, y que ustedes comenten lo que les parezca.

Epitafio, demasiado largo para serlo en realidad y demasiado corto para llamarse testamento.


Epitafio

Si la pálida muerte me sorprende

Perdido en mis pensamientos

Que venga y me tome tranquila que de nada me arrepiento

Ni de los besos que di, ni de los que robe

Ni de los últimos, ni del primero

Ni de las pieles que acaricie, ni con las que dormí

Ni a la que me entregue por entero

Que si he de morir y renacer mil veces

Lo viviría todo de nuevo

Bailarías en los mismos errores

Guardaría los mismos sueños

Defendería las mismas mentiras

Y de verdades no seria dueño

Volvería a ser como he sido

Mitad poeta, mitad actor, algo bohemio

Entonces mi pálida dama

Póngase su gélido vestido negro

Que no tengo miedo

Por que si he tenido días malos

Más siempre han sido los buenos

Y por cada pena que he llorado

Siempre hubo un hombro para el consuelo

Que encontré dos tesoros en esta tierra

Que valen todo el oro del cielo

Que no cambiaria donde nací

Ni el color de mis ojos o de mi pelo

Ni esta lengua que recibí

Con la que puedo decir lo que quiero

Y que si juntara todas las alegrías

Me alcanzarían para un poema nuevo

Entonces que venga sin tanto aspaviento

Y me susurre al oído los últimos versos

Que esperando estaré cuando llegue el momento

Las palabras que faltan para enterrar a este muerto.

Manuel Alejandro Maraboli