martes, 16 de septiembre de 2008

Epitafio

Debo decir que este es uno de los poemas que mas tiempo me ha tomado escribir; (como cinco años), es mas diría que es la versión 5.8 por lo menos y definitivamente no es la final, pero bien, como he juntado ya algunos de esos días en que no estoy, ni triste ni contento, ni con ganas de morirme a pesar del titulo, sino solo con ganas de escribir, y que ustedes comenten lo que les parezca.

Epitafio, demasiado largo para serlo en realidad y demasiado corto para llamarse testamento.


Epitafio

Si la pálida muerte me sorprende

Perdido en mis pensamientos

Que venga y me tome tranquila que de nada me arrepiento

Ni de los besos que di, ni de los que robe

Ni de los últimos, ni del primero

Ni de las pieles que acaricie, ni con las que dormí

Ni a la que me entregue por entero

Que si he de morir y renacer mil veces

Lo viviría todo de nuevo

Bailarías en los mismos errores

Guardaría los mismos sueños

Defendería las mismas mentiras

Y de verdades no seria dueño

Volvería a ser como he sido

Mitad poeta, mitad actor, algo bohemio

Entonces mi pálida dama

Póngase su gélido vestido negro

Que no tengo miedo

Por que si he tenido días malos

Más siempre han sido los buenos

Y por cada pena que he llorado

Siempre hubo un hombro para el consuelo

Que encontré dos tesoros en esta tierra

Que valen todo el oro del cielo

Que no cambiaria donde nací

Ni el color de mis ojos o de mi pelo

Ni esta lengua que recibí

Con la que puedo decir lo que quiero

Y que si juntara todas las alegrías

Me alcanzarían para un poema nuevo

Entonces que venga sin tanto aspaviento

Y me susurre al oído los últimos versos

Que esperando estaré cuando llegue el momento

Las palabras que faltan para enterrar a este muerto.

Manuel Alejandro Maraboli

miércoles, 3 de septiembre de 2008

AMORseLLAMAelJUEGO


Como no he tenido nada bueno que escribir y compartir con ustedes estos últimos días, acá les dejo para que comentemos, esta canción que la encuentro maravillosa, aunque quisiera que no me tocara, cada verso me llega profundamente.

Amor se llama el Juego (Joaquin Sabina)

Hace demasiados meses
que mis payasadas no provocan tus ganas de reír.
No es que ya no me intereses
pero el tiempo de los besos y el sudor
es la hora de dormir.

Duele verte removiendo
la cajita de cenizas que el placer
tras de si dejó.
Mal y tarde estoy cumpliendo
la palabra que te di cuando juré
escribirte una canción.

Un dios triste y envidioso
nos castigó
por trepar juntos al árbol
y atracarnos con la flor de la pasión
por probar aquel sabor.

El agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
Y cada vez peor,
y cada vez más rotos,
y cada vez más tú,
y cada vez más yo,
sin rastro de nosotros.

Ni inocentes, ni culpables,
corazones que desbroza el temporal,
carnes de cañón.
No soy yo, ni tú, ni nadie,
son los dedos miserables que le dan
cuerda a mi reloj.

Y no hay lágrimas
que valgan para volver
a meternos en el coche
donde aquella noche en pleno carnaval
te empecé a desnudar.